Villavicencio, “La Puerta del Llano” donde las imponentes montañas de Colombia se encuentran con la inmensidad de los Llanos orientales. Allí inició la historia.
Rodeado por el Joropo, la música tradicional de estas sabanas sin fin, empezó a tocar el Cuatro a los 9 años y nunca más se separó de su instrumento.

En varias colaboraciones con músicos de Colombia y Venezuela, participó en numerosos festivales y concursos que lo impulsaron para llevar la interpretación del Cuatro a otro nivel.

Baterista de corazón, e inspirado por el sonido de leyendas como el Cholo Valderrama, Kraken, Stratovarius, Dream Theater, Angra y muchos artistas más, adoptó tanto el Joropo como el Metal como medios de expresión.

En 2009, ingresó a Cimarrón, grupo colombiano de Joropo nominado al premio Grammy. Con ellos hizo varias giras internacionales y acumuló valiosas experiencias en el circuito de Músicas del Mundo.

En el 2014, se mudó a Francia y desde entonces se dedica a su carrera como solista, abriendo nuevos espacios para el Cuatro, para el Joropo y para la cultura que le dio su identidad.